Después de una nueva actualización de Google Panda en el algoritmo del buscador, el pánico y el terror se apoderan de webmasters, programadores, diseñadores, y cualquier otra persona relacionada con el mantenimiento y desarrollo de una web. Una simple palabra se hace eco en sus pensamientos: penalización; sudores fríos, pesadillas recurrentes, y toda clase de males recorren en procesión los instantes posteriores a la publicación de la iteración del algoritmo. Y la pregunta que nadie se atreve a pronunciar en voz alta, pero que tod@s anhelan tener una respuesta satisfactoria, es: «¿afectará a mi página web?». Un momento, ¿de verdad tenemos que temer algo de la última puesta en escena del simpático osito comedor de bambú? ¿O de cualquiera de sus siguientes actualizaciones? Pues la verdad es que no, siguiendo unos consejos sencillos para que nuestra labor en el SEO no provoquen que Google decida esconder nuestra web del resto del mundo.